07.10.2012
Hay una cofradía invisible y creciente de lectores encandilados
con El Eternauta.
No es para menos.
11.10.2012
El Eternauta es un cómic argentino de finales de la
década de los cincuenta pasados, cuando predominaban los tebeos de aventuras
por entregas en cuadernillos coleccionables con formato apaisado.
El guion es de Héctor Germán Oesterheld (1919-1978?) y los dibujos
de Francisco Solano López (1928-2011).
El interrogante en la fecha de muerte de Oesterheld indica
un hecho brutal. Fue uno de los miles de desaparecidos durante la dictadura que
entre 1976 y 1983 atemorizó a los argentinos bajo el nombre de Proceso de
Reorganización Nacional. En 1977 Oesterheld fue secuestrado por los militares
-cuando sus cuatro hijas habían sido ya desaparecidas- y supuestamente lo
asesinaron en 1978.
Este dato es muy significativo, pues aporta a la historia de
El Eternauta lecturas que enriquecen su valor ya de por sí singular.
Dejo una foto de Oesterheld con su mujer y sus cuatro hijas
que desaparecieron en la dictadura además de él.
12.10.2012
El Eternauta comenzó a publicarse el 4 de septiembre
de 1957 como suplemento semanal de la revista Hora Cero. Ese día, el 4
de septiembre, fue elegido en 2010 por el Senado argentino como "día de la
historieta". Esto indica la trascendencia que tiene El Eternauta en la
intrahistoria de los ciudadanos argentinos.
En 1969 se publicó una nueva versión de El Eternauta. El
guion seguía siendo de H. G. Oesterheld, pero ahora las ilustraciones las
aportó Alberto Breccia.
Después, en 1976, Oesterheld y el dibujante Solano se
unieron de nuevo para componer El Eternauta. Segunda parte.
El caso es que entre la primera versión de El Eternauta y la
posterior de 1969 más la continuación de la historia en 1976 habían sucedido no
pocos acontecimientos que modificaron la realidad contemporánea. Y en ese
periodo se había producido también la declarada politización de Oesterheld y su
afiliación al partido de Los Montoneros.
Todo ello sirve para explicar los cambios que se perciben en
el tono de la historia y en algunos detalles de estos dos trabajos posteriores
de Oesterheld. Y sirve también para que se puedan hacer sublecturas políticas
ya en la primera versión de El Eternauta.
De hecho, hay una frase de Oesterheld que se cita a menudo y
que encabeza varias ediciones actuales de El Eternauta:
...el único héroe válido es el héroe "en
grupo", nunca el héroe individual, el héroe solo.
Y en efecto, no hay un héroe individual que destaque en El
Eternauta. El héroe es el grupo de supervivientes.
Pero aunque la política pueda subyacer a todo texto y por
tanto también a la primera versión de El Eternauta, esta obra contiene una
posibilidad de lecturas que van más allá de la estricta política entendida como
manifestación de las correlaciones de fuerzas dentro de una nación y de las
diferentes naciones entre sí.
15.10.2012
Este video es un pequeño documental sobre H. G. Oesterheld y
El Eternauta. Interviene su esposa, auténtica superviviente de una experiencia
personal de tragedia griega. Contiene información sobre lo que supuso
Oesterheld en historia del cómic no solamente argentino.
16.10.2012
También es factible una lectura de El Eternauta en
clave analítica.
La historia revela una pesadilla total. Recoge los
fantasmas, las angustias, ansiedades y delirios de una clase media atemorizada
por las incertidumbres. La guerra fría, la crisis económica, las alteraciones
medioambientales, el universo desconocido, la imprevisión del futuro de los
hijos, la falta de un sentido claro y definido en la vida individual y
colectiva... Todo ello subyace en la primera parte de El Eternauta (la segunda
está más claramente definida por un carácter mesiánico y redentor).
Los fantasmas de esa clase media que es el sujeto de esta
historia adoptan formas muy singulares. Son los cascarudos, los manos, los
hombres-robot, los gurbos. Y por encima de todos están los ellos. Son los que
controlan la invasión y a los que los demás fantasmas obedecen. Vienen a ser
algo así como el mal absoluto.
Lo más interesante es que los ellos no aparecen
representados, no tienen una forma definida. Su presencia es inferida, pero no
manifiesta. Esta es una de las claves del éxito de los mejores relatos de
terror. El mal se presiente, se intuye, pero no tiene figura reconocible
(Lovecraft, p. e.).
Al denominarlos así, "los ellos", Oesterheld -no sé
si a propósito o por casualidad- recogió un término freudiano de primer orden,
pues la existencia del "ello" es el fundamento del psicoanálisis. El
ello, el id, no se conoce por sí, sino a través de sus manifestaciones.
Es el inconsciente. Y como Freud enunció, los sueños son la vía privilegiada de
acceso al inconsciente.
Y como venimos diciendo, Oesterheld y Solano plasmaron en
El Eternauta una fantasía onírica de pesadilla, en la cual se revela
algo así como el inconsciente colectivo de una clase media atemorizada. Los
ellos serían una evocación. La del inconsciente incontrolado que asusta.
Mas también hay goce en los sueños. Aunque sea un goce
trágico, como el que late en la lectura de El Eternauta.
Es más que probable que El Eternauta sea causa y efecto a la
vez del interés de los argentinos por el psicoanálisis. Aunque esto último que
digo es una generalización especulativa.
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