Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

jueves, 27 de marzo de 2014

Oesterheld: humanismo y cosmología existencialistas

En los guiones del argentino Oesterheld es notoria una veta humanista. Puede ser el reflejo de una época, la marca de una generación que entendía, como Sartre, que el existencialismo es un humanismo. Y fue esta corriente filosófica, precisamente, la que insistió en la noción de autenticidad, pues distinguió entre una 'existencia auténtica', comprometida con la trascendencia en que aspira a realizarse el ser humano y una 'existencia inauténtica', entregada a la facticidad inmanente.


El 'compromiso' sartreano llevaría al filósofo francés a radicalizar progresivamente sus posiciones políticas, de un modo coincidente con la manera en que Oesterheld fue radicalizando también las suyas. La diferencia entre uno y otro estriba en que, pese a todo, Sartre fue un revolucionario de anfetamina y Café de Flore en París, mientras que Oesterheld se la jugó hasta el punto de que los militares "lo desaparecieron".


Pero hoy yo quería hablar de otro aspecto de H. G. Oesterheld, que viene a ser el siguiente.

A manera de inspiración, hay en Mort Cinder una preocupación existencial de índole cosmológico-metafísica presente también a su modo en otras dos obras de Oesterheld, esto es, en El Eternauta y en Sherlock Time. Esta preocupación no es otra que la referencia al campo temático del tiempo y la eternidad en su relación con la inmortalidad y con la vida en diferentes espacios.


En efecto, el Eternauta Juan Salvo, Sherlock Time y Mort Cinder son tres personajes ficticios de Oesterheld marcados por sendas vinculaciones cosmológico-existenciales. El primero de ellos está habitado por una dimensión eterna, el continuum 4; el segundo es un viajero del tiempo; el tercero, un hombre que muere y no termina nunca de morir en diferentes escenarios de la Historia.

En los tres casos, la escritura de Oesterheld fue dibujada por A. Breccia, si bien El Eternauta lo fue en una segunda versión (1969) de la historia original (1957-1959), dibujada por Solano.

El trazo acuchillado, la línea torturada y el semblante expresionista de Breccia casaban a la perfección con las veleidades existencialistas, la moral humanista y el compromiso político de Oesterheld. Pero había más. Las ilustraciones de Breccia daban forma a las especulaciones cosmológicas de Oesterheld referidas al espacio-tiempo, a la vez que las enriquecían. Dice así Oesterheld:

El dibujo de Breccia tiene una cuarta dimensión de sugestión que lo aparta de los demás dibujos que conozco: esta sugestión inacabable lo valoriza y suscita ideas en el guionista.

08.01.2016

En las dos primeras viñetas de la antepenúltima página de El Eternauta II se lee lo siguiente:

Un viejo pensador, el más destacado de un tiempo muy largo y muy amargo, dijo una vez: "El Infierno son los demás".

Yo estoy haciendo el gran descubrimiento...

(¡Se equivocó... El Paraíso son los demás!)

Es más que suficiente para reflejar la distancia que hay entre Sartre y Oesterheld, sin llegar a negar la vertiente existencialista del guionista argentino.  

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