Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

viernes, 3 de octubre de 2014

La representación de la representación. Las Meninas

Y hablando de Velázquez,



Lo leeré mañana.

05.10.2014

Las Meninas de Velázquez es el cuadro de un cuadro.


Y en este respecto, el filósofo Michel Foucault inició su libro Las palabras y las cosas con un comentario sobre esta pintura. Allí escribió: "Quizá haya, en este cuadro de Velázquez, una representación de la representación clásica y la definición del espacio que ella abre".

Pues bien, Las Meninas, el cómic de Santiago García y Javier Olivares arranca y se cierra con una invocación a ese texto de Foucault.

Pero no hay que alarmarse. Hablamos de un tebeo, escrito y dibujado en el lenguaje de los tebeos y tan disfrutable como lo suelen ser los tebeos. Hay entretenimiento. Aunque, eso sí, con la densidad e intensidad gráfica y narrativa requeridas por el tratamiento del tema en cuestión.

Se trata del Arte. Y este cómic demuestra que los entresijos del Arte son más que accesibles a través de la novena de las artes.


Pese a su título, Las Meninas no se centra en la gestación del cuadro homónimo. En el plano de la narración, el personaje principal de la historia es Velázquez, cuya vida es punteada con la excusa de una investigación emprendida por la Orden de Santiago. Asistimos así a los años de formación del pintor en Sevilla a cargo de Pacheco, con cuya hija casó. Sabemos de su llegada a Madrid requerido por el conde duque y de su aceptación en la Corte. Vemos su relación con Felipe IV y con otros pintores como Alonso Cano. Y la presencia de Rubens. Y los dos viajes a Italia de Velázquez y su visita a El Españoleto. Y su convivencia con Flaminia...

De igual modo, la pericia de García en el guion nos presenta en la historia a Picasso y a Dalí, magníficamente representados por el grafismo de Olivares. Y a Goya y a Madrazo. Y hasta a Buero Vallejo. Y al mismo Foucault.

Pero al poco de ingresar en las páginas de Las Meninas, lo que se presenta a los ojos del lector es una indagación acerca de los mecanismos secretos del Arte. Casi nada. Esto es lo que tiene atreverse a mirar a la cara la obra cumbre del pintor sevillano.

Pues de miradas, espejos, luces y sombras, espacios, equilibrios y posiciones es de lo que trata el cuadro de Velázquez. Y por ende, también el tebeo de García y Olivares. El arte Barroco en su plena afirmación, manifestado en la pintura Las Meninas, encuentra un correlato aceptable en la pretensión de la historieta que comentamos. Puede haber quien encuentre el resultado un tanto abigarrado. Yo pienso que no. A la larga, la complejidad y esplendor del Barroco no sé si trasparecen en el tebeo, pero al menos se vislumbran.

Velázquez consiguió integrar en su pintura la cuarta pared. Y a su modo, García y Olivares también lo consiguen.


Por último, se me ocurre que si, como escribió Foucault, Las Meninas de Velázquez es el cuadro de un cuadro, una representación de la representación clásica que esta define, entonces Las Meninas de García y Olivares apunta nada menos que a la representación del espacio que la representación del lenguaje del cómic -el arte secuencial- persigue. Esta interpretación puede parecer barroca, es lo propio. Pero espero que no quede pedante.

Me ha gustado el tebeo. Creo que da un paso importante en la exploración del lenguaje del cómic.


05.10.2014

Más que un símbolo, las meninas son un icono. Porque en caso de ser un símbolo, no sabría decir ahora de qué. Como no fueran el símbolo de un modelo o de un estereotipo, por no llevarlo a ser el símbolo de un arquetipo.


Es una de las imágenes más versioneadas en la actualidad. Y más reproducidas tanto en la esfera del arte como en la del mercadeo. Como lo son las imágenes del Che Guevara o las de Corto Maltés. Son acaso iconos vacíos de significado (o plenos desde otro punto de vista), bien porque aceptemos que en estos casos el significante agota el significado, bien porque pensemos que es el significante el que aporta el significado. Eso sí, son iconos ciertamente reproducibles. Y recreables. 

Equipo Crónica 
Por cierto, las meninas eran ("son" en el sentido atemporal del arte, como en el de la lógica) las doncellas que asistían a las infantas. Eran de familia noble y ejercían de meninas hasta que se casaban. Así, en la imagen siguiente una menina es la que está a la izquierda de la infanta Margarita.


 Y bueno, el cómic no es ajeno a nada representable y con movimiento. 


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