Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

sábado, 2 de abril de 2016

Hernandez Punk

Más allá de la representación de la comunidad latina en cómic, lo que Gilbert "Beto" y Jaime Hernandez comparten no es tan solo un aire de familia. Es también una actitud punk inicial en los dos, que ha seguido sendas diferentes. 

Me refiero, por ejemplo, al hilo que liga a Errata Stigmata con Izzy Ortiz Ruebens.


   

















Pero la influencia del punk en Los Bros ha de ser valuada. Dice Jaime en una entrevista (incluida en la edición de Rocky por Fulgencio Pimentel):
"No hace falta estilizar algo como el punk. Es igual que el sexo. Son estilizados per se. No tengo por qué remediarlo, y mucho menos provocarlo."
Se diría que la escena punk que se instaló en California a finales de los setenta pasados, fue vivida con la misma espontaneidad con la que el verano del amor se disfrutaba por allí una década antes. Se respiraba sin más. No es preciso invocar ningún Zeitgeist. La representación de Mr. Natural, de Crumb, era tan natural como luego lo fueron las de Errata e Izzy, de Beto y de Jaime respectivamente.  

La estética punk pasó, pero tal vez no así la actitud. Las derivas de los hermanos Hernandez siguieron cursos diferentes, tal y como reflejan los universos de Palomar y de Locas. No obstante, los últimos trabajos aquí publicados de Gilbert: El día de Julio y de Jaime: Chapuzas de amor, muestran un nuevo aire de familia en la evolución de ambos autores, en concreto en su arribada a la madurez. Hay en los dos como un despojamiento visual y narrativo, cargado a la vez de intensidad y de densidad literaria. La narrativa de Beto será más diacrónica que la de Jaime, más proclive este a la sincronía entre hechos y personajes (lo cual no significa que el tiempo no transcurra en la novela de Maggie, Hopey y compañía). Pero hay un tremendismo en los dos relatos que encierra reminiscencias de aquel punk inicial compartido por ambos autores. 

Sería complicado especificar en qué consiste esta "actitud punk" que menciono. Supongo que tiene que ver con una independencia absoluta de criterio y valoración y con esa capacidad de autodeterminación que sugiere el eslogan: Do It Yourself. La aceptación del presente no pasa por la complacencia ante el mismo. Mucho menos por la autocomplacencia. De ahí el escaso interés de Los Bros por la autoexpresión y el cómic confesional.

Lo que sí alimentan y cultivan Los Bros es la ficción. Y no solo como creadores. Dice Gilbert en una entrevista (recogida en la edición por Fulgencio Pimentel de Errata Stigmata):  
"... Quiero explorar las vidas de nuevos personajes en mis cómics, como siempre. Y como lector, lo que de verdad me gustaría leer es un poco más de ficción y, sobre todo, mejores dibujantes."
La ficción. De eso se trata. Lo que cambia en el trasiego con ella es la actitud ante la misma.

Acabaré esta entrada con unas palabras de Penny Century y Maggie Chascarrillo. Aparecen  en una viñeta hacia el final de "Mechanics" (en Locas 1), de Jaime Hernandez. Además de condensar el poder de la ficción en la labor de Los Bros, expresan en qué podría consistir esa actitud punk compartida por los hermanos Hernandez:
¡Uau! ¡Esta es la materia de la que están hechos los cómics!
¡llk! ¡Pues que alguien pase la página! ¡Se me ven las bragas! 



(Continuará...)


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